Autor:João Luiz Dutra. Licenciado en psicología ,especialista en TEPT .
Email: contato@psicologodutra.com
Posadas;Misiones.Argentina
Septiembre 2025
El diagnóstico de cáncer en niños representa uno de los momentos más delicados y desafiantes en la vida de una familia. Además del impacto físico de la enfermedad, el tratamiento oncológico implica largas hospitalizaciones, procedimientos invasivos y efectos secundarios significativos. En este contexto, la labor de la enfermería va más allá de lo técnico: la presencia de una enfermería humanizada se vuelve esencial para brindar un cuidado integral, empático y acogedor al niño y a su familia.
El Papel de la Enfermería en Oncología Pediátrica
El enfermero es el profesional que más convive con el paciente infantil en el entorno hospitalario. Su función abarca desde la administración de medicamentos y el monitoreo de signos vitales hasta el apoyo emocional, educativo y psicológico. En el caso de la oncología pediátrica, el desafío es aún mayor: tratar con el sufrimiento infantil requiere sensibilidad, escucha activa y afecto constante.
Humanización del Cuidado
La humanización en enfermería significa reconocer al niño no solo como un cuerpo que necesita tratamiento, sino como un ser humano con emociones, miedos y necesidades particulares. Esto incluye:
- Comunicarse de manera lúdica y comprensible para su edad.
- Respetar los tiempos y límites del niño.
- Crear un ambiente acogedor y seguro, incluso en medio del dolor y el tratamiento.
- Estimular la participación de la familia en el proceso de cuidado,fortaleciendo los vínculos y la confianza en el tratamiento.
Impactos Positivos de la Enfermería Humanizada
Diversos estudios señalan que el cuidado humanizado:
- Reduce los niveles de ansiedad y estrés en el niño.
- Mejora la adherencia al tratamiento.
- Fortalece el vínculo paciente-profesional.
- Contribuye a una mejor calidad de vida durante el tratamiento oncológico.
Conclusión
La enfermería humanizada en el acompañamiento oncológico pediátrico es un puente entre el conocimiento técnico y el cuidado afectivo. A través de ella se construye una relación de confianza, consuelo y dignidad para el niño y su familia. Valorar esta actuación es reconocer que, en cada gesto, palabra o toque, la enfermería también cura.
